Siguen casos de negligencia médica en clínia del IMSS en Izcalli

– Arturo Contreras Oscoy

Entrevistada por Zona Cero Noticias,  Guadalupe M. L. habitante de Izcalli del Valle del municipio de Tultitlán, presentó una demanda ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico por la probable negligencia médica ocasionando la muerte de su madre el pasado 30 de abril. 

Al dar a conocoer su caso refirió que su madre entró a urgencias a la clínica del IMSS #57 el 18 de abril en estado grave, diagnosticando un infarto al corazón, situación por la cual Guadalupe pidió su traslado a la Raza, siendo negado.

Posterior a ello, Guadalupe notó que hubo irregularidades en el diagnóstico, por lo que decidió buscar al doctor “Álvarez” para informarle que su madre había padecido una trombosis hace 8 años, hecho que le pareció muy similar a los síntomas que presentaba en el momento.

Después de 48 horas (lunes 20 de abril), es trasladada al nosocomio de la Raza en donde le hacen saber a Guadalupe Martínez que su madre presenta un estado grave de salud, por lo cual debe ser intervenida quirúrgicamente y amputar las piernas pues el diagnóstico de la Quebrada fue erróneo.

Sin embargo, ese mismo día 20 de abril,  en la clínica general de la Raza le solicitaron regresar al hospital del IMSS número 57 debido a que solo ahí la podían operar. Al regresar, relató, los doctores ya la trataban con amabilidad e intervinieron a su mamá. “Terminó la operación y nadie nos decía nada. Salió una doctora y nos dijo que todo iba bien y ya. Además, un enfermero salió de la habitación arrastrando una bolsa negra frente a nosotros; traía dentro las piernas de mi madre”.

Al salir el médico a darnos informes, pide que la señora sea trasladada a la clínica #72, de Tlalnepantla para que ahí le den seguimiento a su recuperación; llegando el martes 21 de abril, la retienen afuera por falta de un número de folio, siendo ingresada dos horas después de su arribo. “La revisaron y nos dijeron que los vendajes estaban mal colocados, que no permitían circulara bien la sangre. Nos dijeron que ya no se podía hacer nada por los muñones, que ya estaban infectados y nos regresaron a la Raza.

De regreso en la Raza, se hace el diagnostico e informan a la familia Martínez Loza que la única opción para salvarle la vida era realizar una operación de desarticulación, situación a la cual se negó la madre, pues implicaba la pérdida total de las extremidades, dejando solo el tronco, explicaron los doctores. ante la decisión, comunicaron que le restaban dos días de vida debido a que los muñones se gangrenaban.

“Mi madre vivió 12 días más de lo que nos dijeron, y fueron a verla especialistas de otros hospitales porque no podían creerlo”, dijo. La madre falleció el pasado 30 de abril en el nosocomio de la Raza.